Katy Perry no puede quejarse precisamente del éxito de ventas y público que ha tenido Teenage Dream, su último disco y el que debía confirmarla tras One Of The Boys, complicada tarea que ha logrado con creces. Este trabajo, ligero pero entretenido y sin mayores pretensiones, ha dado ya cuatro sencillos que han conseguido la suficiente relevancia como para no dejarla de lado en ningún momento.
Para mí, el único que merece la pena de este cuarteto es justamente el último. ‘E.T.‘ es una de las canciones mejor logradas del álbum si uno tiene la voluntad de no hacer caso a la letra y se dedica únicamente a disfrutar de ese lado más intenso de Katy Perry, alejada en esta ocasión de los manuales de autoayuda y de la frivolidad azucarada. Una vez más, la aparición de Kanye West en el inicio y a mitad de la canción le dan cierto colorido que se agradece y que ayuda por momentos a esquivar ese peligroso parecido con ‘All The Things She Said’ de t.A.T.u.
El vídeo que han rodado para la promoción se ha ido a la opción más obvia y nos ha dejado algunas imágenes salvables estéticamente hablando pero en algunos momentos toca hueso. Una buena mayoría de las veces en las que se enfoca el rostro de la cantante maquillada como una supuesta extraterrestre, los gestos que hace intentando parecer una alienígena te sacan por completo de lo que se pretendía conseguir.
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